LE
PIDO AL PADRE ETERNO YAHWÉH ELOHIM DE ISRAEL QUE ME LIBERE DE LAS CADENAS DE MI
CAUTIVERIO Y ME CONCEDA ARREPENTIRME DE MIS PECADOS, PIDO AL SANTO, AL JUSTO,
AL BENDITO SEA QUE ME LIBERE DE LAS CADENAS DE MIS PECADOS, SIN MERECERLO LO
RUEGO…BESHEM YESHUAH YESHUAH HAMASHIAJ, AMÉN…
Ana Bejóaj [En Hebreo significa “Por Favor”]
Ana Bejóaj gedulát yeminéja. Tatír tzerurá:
Kabél rinát améja. Shagbénu taha-rénu norá:
Kabél rinát améja. Shagbénu taha-rénu norá:
Por
favor Hashem, por la grandeza de tu diestra libera las cadenas de nuestro
cautiverio…ay, ay…
Sigue
nuestra canción,…, ay, ay…, purifícanos, ay, ay…
La canción Ana Bejoaj me hace recordar a lo que dice el Profeta
Jeremías en Lamentaciones 3, probe angustia y dolor en todos estos años
recientes pasados, la canción Ana Bejoaj es un lamento hebreo muy triste, pero
muy bello que llenó mi corazón de esperanza; comparto con ustedes en especial
las siguientes citas de las Lamentaciones del Profeta Jeremías, lo que está
remarcado en negrita es lo que sentí en alguna medida que lo estaba o estoy experimentando.
Ana Bejóaj
Ana Bejóaj gedulát yeminéja. Tatír tzerurá:
Kabél rinát améja. Shagbénu taha-rénu norá:
Kabél rinát améja. Shagbénu taha-rénu norá:
Por
favor Hashem, por la grandeza de tu diestra libera las cadenas de nuestro
cautiverio…ay, ay…
Sigue
nuestra canción,…, ay, ay…, purifícanos, ay, ay…
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EN EL ENLACE DE GOEAR
Eikah/Lamentaciones
Capítulo 03
3:1 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.
3:2 Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz;
3:3 Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.
3:4 Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos;
3:5 Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo.
3:6 Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.
3:7 Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas;
3:8 Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración;
3:9 Cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
3:10 Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos;
3:11 Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado.
3:12 Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta.
3:13 Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.
3:14 Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días;
3:15 Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
3:16 Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza;
3:17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien,
3:18 Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Yahwéh.
3:19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel;
3:20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí;
3:21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.
3:22 Por la misericordia de Yahwéh no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
3:23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
3:24 Mi porción es Yahwéh, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
3:25 Bueno es Yahwéh a los que en él esperan, al alma que le busca.
3:26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Yahwéh.
3:27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
3:28 Que se siente solo y calle, porque es Elohim quien se lo impuso;
3:29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza;
3:30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.
3:31 Porque el Señor no desecha para siempre;
3:32 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
3:33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
3:34 Desmenuzar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra,
3:35 Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo,
3:36 Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
3:37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
3:38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
3:39 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Yahwéh;
3:41 Levantemos nuestros corazones y manos a Elohim en los cielos;
3:42 Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; tú no perdonaste.
3:43 Desplegaste la ira y nos perseguiste; mataste, y no perdonaste;
3:44 Te cubriste de nube para que no pasase la oración nuestra;
3:45 Nos volviste en oprobio y abominación en medio de los pueblos.
3:46 Todos nuestros enemigos abrieron contra nosotros su boca;
3:47 Temor y lazo fueron para nosotros, asolamiento y quebranto;
3:48 Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
3:49 Mis ojos destilan y no cesan, porque no hay alivio
3:50 Hasta que Yahwéh mire y vea desde los cielos;
3:51 Mis ojos contristaron mi alma por todas las hijas de mi ciudad.
3:52 Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué;
3:53 Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí;
3:54 Aguas cubrieron mi cabeza; yo dije: Muerto soy.
3:55 Invoqué tu nombre, oh Yahwéh, desde la cárcel profunda;
3:56 Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.
3:57 Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.
3:58 Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
3:59 Tú has visto, oh Yahwéh, mi agravio; defiende mi causa.
3:60 Has visto toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí.
3:61 Has oído el oprobio de ellos, oh Yahwéh, todas sus maquinaciones contra mí;
3:62 Los dichos de los que contra mí se levantaron, y su designio contra mí todo el día.
3:63 Su sentarse y su levantarse mira; yo soy su canción.
3:64 Dales el pago, oh Yahwéh, según la obra de sus manos.
3:65 Entrégalos al endurecimiento de corazón; tu maldición caiga sobre ellos.
3:66 Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Yahwéh.
Capítulo 03
3:1 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.
3:2 Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz;
3:3 Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.
3:4 Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos;
3:5 Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo.
3:6 Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.
3:7 Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas;
3:8 Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración;
3:9 Cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
3:10 Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos;
3:11 Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado.
3:12 Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta.
3:13 Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.
3:14 Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días;
3:15 Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
3:16 Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza;
3:17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien,
3:18 Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Yahwéh.
3:19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel;
3:20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí;
3:21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.
3:22 Por la misericordia de Yahwéh no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
3:23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
3:24 Mi porción es Yahwéh, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
3:25 Bueno es Yahwéh a los que en él esperan, al alma que le busca.
3:26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Yahwéh.
3:27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
3:28 Que se siente solo y calle, porque es Elohim quien se lo impuso;
3:29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza;
3:30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.
3:31 Porque el Señor no desecha para siempre;
3:32 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
3:33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
3:34 Desmenuzar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra,
3:35 Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo,
3:36 Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
3:37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
3:38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
3:39 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Yahwéh;
3:41 Levantemos nuestros corazones y manos a Elohim en los cielos;
3:42 Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; tú no perdonaste.
3:43 Desplegaste la ira y nos perseguiste; mataste, y no perdonaste;
3:44 Te cubriste de nube para que no pasase la oración nuestra;
3:45 Nos volviste en oprobio y abominación en medio de los pueblos.
3:46 Todos nuestros enemigos abrieron contra nosotros su boca;
3:47 Temor y lazo fueron para nosotros, asolamiento y quebranto;
3:48 Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
3:49 Mis ojos destilan y no cesan, porque no hay alivio
3:50 Hasta que Yahwéh mire y vea desde los cielos;
3:51 Mis ojos contristaron mi alma por todas las hijas de mi ciudad.
3:52 Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué;
3:53 Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí;
3:54 Aguas cubrieron mi cabeza; yo dije: Muerto soy.
3:55 Invoqué tu nombre, oh Yahwéh, desde la cárcel profunda;
3:56 Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.
3:57 Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.
3:58 Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
3:59 Tú has visto, oh Yahwéh, mi agravio; defiende mi causa.
3:60 Has visto toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí.
3:61 Has oído el oprobio de ellos, oh Yahwéh, todas sus maquinaciones contra mí;
3:62 Los dichos de los que contra mí se levantaron, y su designio contra mí todo el día.
3:63 Su sentarse y su levantarse mira; yo soy su canción.
3:64 Dales el pago, oh Yahwéh, según la obra de sus manos.
3:65 Entrégalos al endurecimiento de corazón; tu maldición caiga sobre ellos.
3:66 Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Yahwéh.
Capítulo 05
5:1 Acuérdate, oh Yahwéh, de lo que nos ha sucedido;
Mira, y ve nuestro oprobio.
5:2 Nuestra heredad ha pasado a extraños,
Nuestras casas a forasteros.
5:3 Huérfanos somos sin padre;
Nuestras madres son como viudas.
5:4 Nuestra agua bebemos por dinero;
Compramos nuestra leña por precio.
5:5 Padecemos persecución sobre nosotros;
Nos fatigamos, y no hay para nosotros reposo.
5:6 Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.
5:7 Nuestros padres pecaron, y han muerto;
Y nosotros llevamos su castigo.
5:8 Siervos se enseñorearon de nosotros;
No hubo quien nos librase de su mano.
5:9 Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan
Ante la espada del desierto.
5:10 Nuestra piel se ennegreció como un horno
A causa del ardor del hambre.
5:11 Violaron a las mujeres en Sion,
A las vírgenes en las ciudades de Judá.
5:12 A los príncipes colgaron de las manos;
No respetaron el rostro de los viejos.
5:13 Llevaron a los jóvenes a moler,
Y los muchachos desfallecieron bajo el peso de la leña.
5:14 Los ancianos no se ven más en la puerta,
Los jóvenes dejaron sus canciones.
5:15 Cesó el gozo de nuestro corazón;
Nuestra danza se cambió en luto.
5:16 Cayó la corona de nuestra cabeza;
¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.
5:17 Por esto fue entristecido nuestro corazón,
Por esto se entenebrecieron nuestros ojos,
5:18 Por el monte de Tzion que está asolado;
Zorras andan por él.
5:19 Mas tú, Yahwéh, permanecerás para siempre;
Tu trono de generación en generación.
5:20 ¿Por qué te olvidas completamente de nosotros,
Y nos abandonas tan largo tiempo?
5:21 Vuélvenos, oh Yahwéh, a ti, y nos volveremos;
Renueva nuestros días como al principio.
5:22 Porque nos has desechado;
Te has airado contra nosotros en gran manera.
5:1 Acuérdate, oh Yahwéh, de lo que nos ha sucedido;
Mira, y ve nuestro oprobio.
5:2 Nuestra heredad ha pasado a extraños,
Nuestras casas a forasteros.
5:3 Huérfanos somos sin padre;
Nuestras madres son como viudas.
5:4 Nuestra agua bebemos por dinero;
Compramos nuestra leña por precio.
5:5 Padecemos persecución sobre nosotros;
Nos fatigamos, y no hay para nosotros reposo.
5:6 Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.
5:7 Nuestros padres pecaron, y han muerto;
Y nosotros llevamos su castigo.
5:8 Siervos se enseñorearon de nosotros;
No hubo quien nos librase de su mano.
5:9 Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan
Ante la espada del desierto.
5:10 Nuestra piel se ennegreció como un horno
A causa del ardor del hambre.
5:11 Violaron a las mujeres en Sion,
A las vírgenes en las ciudades de Judá.
5:12 A los príncipes colgaron de las manos;
No respetaron el rostro de los viejos.
5:13 Llevaron a los jóvenes a moler,
Y los muchachos desfallecieron bajo el peso de la leña.
5:14 Los ancianos no se ven más en la puerta,
Los jóvenes dejaron sus canciones.
5:15 Cesó el gozo de nuestro corazón;
Nuestra danza se cambió en luto.
5:16 Cayó la corona de nuestra cabeza;
¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.
5:17 Por esto fue entristecido nuestro corazón,
Por esto se entenebrecieron nuestros ojos,
5:18 Por el monte de Tzion que está asolado;
Zorras andan por él.
5:19 Mas tú, Yahwéh, permanecerás para siempre;
Tu trono de generación en generación.
5:20 ¿Por qué te olvidas completamente de nosotros,
Y nos abandonas tan largo tiempo?
5:21 Vuélvenos, oh Yahwéh, a ti, y nos volveremos;
Renueva nuestros días como al principio.
5:22 Porque nos has desechado;
Te has airado contra nosotros en gran manera.
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